La idea de que la mayor parte de los retornos de la educación post-secundaria sean internalizados por los estudiantes explica por qué los gobiernos están crecientemente reacios a subsidiar la educación superior. Relacionando distintas fuentes de información, este texto analiza en qué forma y medida la rentabilidad de la educación superior, las restricciones de liquidez de los estudiantes y las restricciones de capacidad de las instituciones superiores afectan la decisión de los jóvenes, con educación escolar completa, sobre continuar estudios superiores. Si bien las decisiones individuales consideran la rentabilidad de la educación y existe meritocracia en el acceso, las restricciones de liquidez contribuyen a mantener la desigualdad que ya es característica en Chile. Esta desigualdad se refuerza por la no postulación a becas y créditos de jóvenes que tienen las condiciones para obtenerlas, posiblemente debido a asimetrías de información.