El uso de las tecnologías en los escenarios educativos abre extraordinarias posibilidades de realización de nuevos modelos pedagógicos tendientes a mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Por tal razón se ha vuelto ineludible analizar las relaciones existentes entre las tecnologías informáticas y el campo educativo, con el objetivo de aprovechar el potencial que estas ofrecen, sus implicaciones sociales, culturales y científicas, más aún cuando ofrece expansión del saber, orientaciones pedagógicas, principios y valores éticos que promueven el rol del docente como mediador de la formación integral de los niños y las niñas en los Centros de Educación Inicial. Es por ello, necesario que el docente comience la construcción de competencias tecnológicas, para enriquecer su mediación como nuevas herramientas pedagógicas, donde se promueva un actor social capaz de enfrentar los nuevos escenarios que le permitirán el desarrollo de sus habilidades y destrezas, en función de una práctica educativa continua, nutrida de factores didácticos en la promoción o formación de un ser crítico, objetivo y autorrealizable; tal como lo requiere la sociedad actual.