El acelerado crecimiento de las actividades turísticas en los últimos años continuará hasta llegar a ser la actividad comercial más importante del planeta, por encima de la industria automotriz y la del petróleo. Esto supone, por lo pronto, una creciente presión para los espacios naturales y culturales de uso turístico, debido entre otros aspectos, a que se han desarrollado prácticas contrarias a las tendencias de corte turístico-ambiental que privilegian el uso racional de los recursos y la implementación de medidas y lineamientos con un enfoque sustentable.Sin embargo, en términos generales la actividad turística y los diversos actores que participan en ella, no han respetado tales lineamientos.En este sentido, dichos actores son parte a su vez de las redes de política pública, una perspectiva analítica, que permita detectar el trasfondo de acciones e intereses vinculados con este rubro, mediante las relaciones entre actores, pues éstas conllevan aspectos informales; es decir, aquellos no normativos, que por lo tanto no están considerados en planes o programas, pero que finalmente son los que dan como resultado decisiones y acciones que afectan los recursos turísticos.