Numerosos estudios y la misma realidad educativa nos muestran que los niveles de stress en la escuela afectan tanto a docentes como a alumnos. Esta situación incide particularmente en la convivencia, la salud, los niveles de aprendizaje y el placer del trabajo compartido. Entre los alumnos, observamos: desinterés, falta de atención y concentración, dificultades para estar relajados, falta de memoria, agotamiento físico, desinterés, abulia, fatiga, alteraciones del sueño o la alimentación, irritabilidad. Estos y otros problemas , dificultan o impiden tanto un buen aprendizaje como la posibilidad de vínculos saludables con sus compañeros y profesores. Diseñar un programa de recursos basados en las enseñanzas del yoga, significa aliviar estos conflictos y capacitar a los docentes para llevarlo adelante Estas herramientas pueden aplicarse dentro del aula y en todos los niveles; Se inserta en el curriculum sin ocupar espacios ni tiempos extra No requiere que el docente sea un experto en yoga y es beneficioso al mismo tiempo para el maestro y el alumno.