Durante medio siglo se ha ido construyendo una nueva industria que ha sustituido las fábricas donde se producían bienes para la denominada sociedad industrial, por otras nuevas que producen servicios y forman la nueva sociedad del siglo XXI, que es la del turismo. Desde finales del siglo XX, Cuba ha evolucionado en condiciones socio-económicas adversas que han condicionado la necesidad de adoptar sistemas de gestión que permitan a las organizaciones adaptarse a los cambios rápidamente y sobrevivir. En este contexto el sector turístico se convierte en uno de los motores impulsores fundamentales de la economía cubana, al influir de modo sustancial y positivamente en la sociedad cubana y su cultura. En el caso de la hotelería y en específico en la gestión de alojamiento en Cuba, es de vital importancia definir procesos que contribuyan a la satisfacción del cliente, en el disfrute de su estancia, por lo que es necesario eliminar discrepancias en los procesos mediante una adecuada administración hotelera y una constante organización del trabajo, ya que las habitaciones en los establecimientos hoteleros representan uno de los elementos más importantes y significativos del alojamiento.