El envejecimiento de la población a nivel mundial es un hecho. Se trata de un proceso global estimulado principalmente por dos factores: Por un lado, un notable aumento progresivo de la esperanza de vida y, por el otro, una considerable reducción de las tasas de natalidad. Este proceso de envejecimiento global de la población produce una alteración de las pirámides demográficas, que en algunos casos pueden llegar a invertirse, afectando tanto a las políticas sociales como a las económicas de muchos países. Esta situación plantea una pregunta fundamental: ¿Qué tipo de estrategias socio-sanitarias existen en la actualidad para poder hacer frente a este proceso de envejecimiento de la población?