El resultado de la colonización de la selva mexicana ha traído como consecuencia no sólo un impacto al ecosistema, sino también a la población humana misma. La adaptación como proceso interminable comprende la toma de decisiones a corto y mediano plazo, sin que necesariamente se tenga presente el efecto en la vida social y cultural. Este trabajo documenta de manera etnográfica dicho proceso; recuperando el punto de vista de los colonos y la forma en que día a día tratan de resolver los problemas que el ambiente físico y social les impone. De esta manera se destaca el análisis de las estrategias de sobrevivencia puestas en marcha por parte de las familias en primera instancia, posteriormente su relación con la vida social, es decir, las relaciones que establece la población con otras poblaciones cercanas y con la sociedad mayor; y finalmente, la influencia de ello en la conformación de un universo simbólico.