La esclerodermia ha sido clasificada entre las Enfermedades Autoinmunes, y en todas estas entidades se utilizan los mismos medicamentosos, en todos los países del mundo, con los pobres y malos resultados conocidos tanto por los enfermos y sus familiares, como por los diversos profesionales, tales como médicos, enfermeras y rehabilitadores, aunque también por múltiples investigadores, y todos los laboratorios farmacéuticos que producen medicamentos para "tratar" estas patologías. Nuestra propuesta -a diferencia de todo lo conocido- ha logrado frenar y revertir los daños conocidos por el avance de la enfermedad, proporcionando además una adecuada calidad de vida, que es observada en forma progresiva, por enfermos y familiares. Abriéndose con esta propuesta, una probabilidad de mejores y más eficientes tratamientos a otras enfermedades autoinmunes.