El conocimiento tradicional es una de las grandes riquezas con las que cuentan los países iberoamericanos. Su adecuada protección por medio de sistemas de DPI es uno de los retos a los que nos enfrentamos hoy en día. Por una parte, existe una corriente que pugna por protegerlos según los estándares de propiedad industrial de los países desarrollados. De otro lado, existe una corriente que sostiene que se deben crear normas específicas para la protección de estos conocimientos porque no responden a los estándares clásicos de los DPI. De otro lado, la falta de protección de los conocimientos tradicionales provoca casos de bio-piratería en los cuales empresas transnacionales buscan apropiarse de los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas con ánimo de lucro, pero sin compartir las ganancias con las comunidades. En el presente trabajo repasamos esos tópicos actuales y los tratamos de aplicar a una comunidad de la Huasteca Potosina en México.