En los últimos años México ha tratado de establecer una postura cuyo destino y rumbo implican un compromiso duradero en materia de migración, no sólo hacia el extranjero, sino al interior y en relación con los propios migrantes que recibe. Pero el rechazo que se da a nuestros nacionales en el extranjero hace que México tenga la obligación de proteger al migrante mexicano y fundamentar los beneficios que la mano de obra mexicana aporta a los países extranjeros que reciben migrantes mexicanos, un claro ejemplo de estos beneficios se da en materia agrícola, es indudable que la agricultura americana siempre ha dependido de la mano de obra mexicana para su desarrollo y prosperidad; y esta zona fronteriza de El Paso-Ciudad Juárez, ha jugado un papel fundamental en este movimiento histórico de trabajadores agrícolas migratorios. En este libro se relata el duro golpe que reciben nuestros paisanos mexicanos en este país vecino.