El personal de salud de cualquier institución médica debe tener conocimiento sobre las medidas de Bioseguridad, comprender que las mismas deben ser una práctica rutinaria en las unidades médicas y que deben ser cumplidas por todo el personal que labora en estos centros, independientemente del grado de riesgo existente y de las diferentes áreas, resulta crucial para la recuperación y mantenimiento de la salud; y así evitar posibles complicaciones. El cumplimiento de las medidas de bioseguridad tienen como principio básico “no me contagio” y “no contagio”; por lo tanto debe entenderse como una ciencia del comportamiento encaminada a lograr aptitudes y conductas que disminuyan el riesgo de adquirir infecciones, preservando de esta manera la integridad física de los involucrados en la relación médico, enfermero y paciente.