La presidencia de Gabriel García Moreno conforma un periodo importante en la historia de la educación ecuatoriana, debido a que él, basándose en su fe, introdujo gradualmente en la educación los principios del catolicismo y la moral de esta; implantó la educación de una forma estructurada, además de profesionalizar a los docentes de cada uno de los niveles de enseñanza. Se forjó el sistema educativo que rige en la actualidad con modificaciones y se han suscitado con el paso del tiempo, pero mantiene en su bases la influencia garciana. Convocó a distintos cleros para el Ecuador, con el propósito de que se encargaran de la educación de niños y niñas, además de formar a indígenas que enseñaran a los de su raza, marcando una pauta de crecimiento en el conocimiento ético, moral y científico que catapultó al país en ese entonces en un icono representativo a nivel de Hispanoamérica y que aún está vigente en siglo XXI en la educación ecuatoriana.