El desarrollo de la Seguridad Pública en México, ha tenido un antecedente teórico que gira en torno a cuatro conceptos básicos: orden público, seguridad pública, seguridad ciudadana y seguridad nacional, mismos que guardan un objetivo preciso que los distingue entre sí mismos clasificando, funciones claras y concretas en el uso de los mismos. Las nociones de seguridad y orden público tanto en su concepto como en las funciones, están muy ligadas entre sí, ya que desde 1821 una vez consumada la independencia, los gobernantes establecieron figuras que se encargarían del “restablecimiento y conservación de la seguridad y orden público”, para 1828, se establecieron los “Vigilantes del Orden Público” conformados por los propios vecinos.