Ante una diversidad de maneras de hacer los trabajos escolares requeridos por los profesores, los estudiantes frecuentemente se cuestionan cuáles serán las formas más adecuadas para realizarlos y cómo pueden ellos mismos evaluar el trabajo que efectúan antes de pasarlo a otros para su revisión. Esto no es privativo de los alumnos. Un buen número de profesores se encuentra en la misma situación. En las diversas reuniones que tienen los profesores, se discuten, entre otras cosas, cuáles serán las propuestas más plausibles, es decir, las más claras y sencillas con relación a los trabajos que los alumnos tienen que cubrir para terminar un curso lo más satisfactoriamente posible. Son muchas las propuestas y varias de ellas por su complejidad no llegan a una completa comprensión de quien elabora el trabajo escolar/académico, y por lo tanto su terminación se ve mermada; esto puede tener un impacto no favorable ni para el profesor, ni para el estudiante, ni para la institución educativa (en ésta última por cuestiones de eficiencia terminal). Por ello, la intención de este libro es mostrar en términos sencillos cómo elaborar y evaluar los trabajos más solicitados en la universidad.