La política de privatizaciones supone un proceso de venta de empresas en el que podemos destacar las siguientes características: a) un mismo vendedor – el Estado – realiza diversas ventas; b) el proceso se desarrolla de una manera sucesiva a lo largo de un periodo de tiempo; y c) no es muy frecuente que un mismo comprador se presente a más de una venta (posiblemente debido a la heterogeneidad de las empresas a privatizar). Por tanto, en este tipo de situaciones la “reputación” que importa sería la del vendedor, que es el que repite. Normalmente, la literatura se ha centrado en desarrollar modelos en los que lo relevante es la reputación de los compradores y no la del vendedor. El objetivo de nuestro trabajo es construir un modelo en el que nos centramos en el vendedor de empresas y en el que se analiza el papel que juega su reputación. Asimismo, a lo largo del desarrollo se van poniendo ejemplos prácticos de la política de privatizaciones, como la justificación teórica de organismos tales como el Consejo Consultivo de Privatizaciones.