La polilla del tomate es una plaga de origen americano que en la actualidad posee una amplia distribución mundial. Es considerada como una de las más dañinas para este cultivo debido a que su estado larval destruye el mesófilo foliar, barrena brotes y/o perfora frutos. Ante las elevadas infestaciones y sus consecuentes pérdidas económicas, los productores se ven obligados a intensificar los tratamientos fitosanitarios utilizando los más variados plaguicidas y elevando las dosis y el número de aplicaciones recomendadas. Esta práctica no responde a las exigencias de una producción con bajo nivel de contaminantes y ha traído como consecuencia la aparición de resistencia. Por estas razones es necesario encontrar alternativas de control "amigables" con el ambiente. En este sentido, el manejo integrado de plagas se basa en la combinación de dos o más tácticas seleccionadas bajo criterios ecológicos y socioeconómicos. En los presentes estudios se delinean pautas para el manejo integrado de la polilla del tomate a través del muestreo de la plaga, la utilización de parasitoides oófagos y el empleo de insecticidas selectivos.