La historia de El Salvador no ha sido una historia fácil. Llena de aciertos y de desaciertos, de gobiernos militares represores y corruptos y con una población sumida en el miedo y en la impotencia de ver las atrocidades y asesinatos cometidos, la historia de El Salvador es una de las más crueles de toda América Latina. El Pulgarcito de América fue manipulado y violentado hasta el martirio, cuyos ejemplos más sobresalientes son los sacerdotes, y entre ellos el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Romero y los jesuitas que fueron asesinados en noviembre de 1989. Muchas muertes, mucha sangre, mucha violencia,mucho odio y pocas oportunidades para la paz vivieron los ciudadanos de este país centroamericano hasta finales de los ochenta, momento en el que hartos de tanta muerte y desesperación se pusieron a trabajar juntos para buscar los caminos de la paz y de la reconciliación que devolvieran al país a un estado de paz y de progreso. Un proyecto que tuvo sus frutos en enero de 1992, fecha en la que se firman los Acuerdos de Paz, iniciando un período de democracia y de más libertad en el que aún siguen viviendo hoy. Y lo viven en paz.