¿Cuan real es la necesidad de una Pizarra Digital Interactiva en el aula? ¿Puede efectivamente mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿Son mayores sus potencialidades pedagógicas que sus desventajas? ¿Es un instrumento útil para revolucionar las prácticas educativas tradicionales y lineales y transformarlas en constructivistas y colaborativas? Como ocurre con todas las herramientas utilizadas en el proceso educativo, el valor de la PDI no es intrínseco, sino que metodológico. Bien sabemos que se puede educar perfectamente sin Pizarra Digital Interactiva. Sin embargo, y aunque hasta ahora no ha contado con una gran protagonismo en el aula, esta nos propone nuevos desafíos de innovación y de creación al momento de educar. Construir recursos para la enseñanza cuyo único límite sea la imaginación del profesor y los alumnos. Recursos atractivos, interactivos, dinámicos, que faciliten la transmisión de conocimientos en un entorno constructivista. El presente trabajo presenta una propuesta de intervención educativa y una pauta de uso didáctico para integrar con éxito la PDI en un contexto colaborativo en el aula, dirigidas a todos aquellos que deseen aceptar este desafío.