En esta reflexión sobre el momento histórico por el que pasa Europa tras la caída del Muro de Berlín, el autor se sirve de un arsenal de imágenes náuticas —el mar, la sociedad milesia de los aeinautai (los eternos navegantes), los capitanes de las distintas naves europeas, las rutas, las cartas de navegación, las agujas de marear, los cuadernos de bitácora, los puertos — para aportar una cartografía conceptual que permita transitar provisionalmente por la idea de “Europa”. Se ensayan diferentes criterios de comprensión. Cuestiones relacionadas con el espacio europeo: las cambiantes fronteras, los distintos modelos de Europa, la discusión sobre si hay algunas tradiciones europeas privilegiadas (helenismo, judeo-cristianismo, ciencia, técnica), o si más bien, se dan sólo distintas tradiciones inconmensurables entre sí; y cuestiones relacionadas con el Tiempo de Europa: las dinámicas políticas, económicas o religioso-culturales vistas como bloques continuos (desde el Imperio Romano) o como discontinuidades (entre Edad Media y Renacimiento), bifurcaciones (entre Reforma y Contrarreforma) o rupturas (las que provocaron las distintas revoluciones, la II Guerra Mundial...).