Aunque la consideración del medio ambiente dentro de la concepción de seguridad nacional no es nueva, su auge viene con el fin de la Guerra Fría. Con la conclusión del enfrentamiento entre el socialismo y el capitalismo, se genera un vacío en la concepción tradicional de seguridad nacional que lleva a una reflexión —en muchos casos realizada por los propios aparatos militares— en torno a la definición de las “nuevas amenazas”. La seguridad nacional, como tradicionalmente concebida, no deja de ser vigente, sin embargo, ahora se profundiza en nuevas esferas de la seguridad llevándolo, por ejemplo, a la seguridad ambiental. En la frontera México–Estados Unidos existen situaciones que hacen del agua un asunto de seguridad nacional. Las condiciones climáticas son desfavorables al situarse esta región en climas áridos y semiáridos. Se prevé que estas condiciones, como consecuencia del cambio climático, van a tornarse aún más graves pues repercutirán en menor disponibilidad de recursos hídricos y mayor aparición de sequías. Si a esto se agregan otros factores de presión como el rápido crecimiento demográfico y económico de la región, el panorama futuro luce bastante preocupante.