En México se registra una aguda desigualdad en la distribución de la tierra con consecuencias directas en los niveles de pobreza. Particularmente, las mujeres han sido uno de los grupos sociales más afectados por las inequidades en la distribución de la propiedad de la tierra y otros recursos naturales, y en ello han intervenido un conjunto de factores estructurales y mecanismos legales y culturales que operan de manera articulada limitando su derecho a poseer y heredar bienes. A partir de un estudio realizado en la Región Sierra de Chiapas, se analiza la forma en que las leyes agrarias y las normas de género vulneran el derecho de las mujeres campesinas a la propiedad de la tierra. Las reflexiones que emanan de esta investigación, buscan hacer visible la lucha cotidiana que encabezan las mujeres campesinas e indígenas en Chiapas y en México para impedir que las políticas neoliberales, pero también las costrumbres y tradiciones de sus propias comunidades, violen su derecho a poseer los recursos vitales para su subsistencia.