El interculturalismo plantea el problema de la convivencia en la diversidad. En este trabajo se estudia el diálogo intercultural desde la perspectiva de la teoría de la justicia, como la vía de apertura de este principio rector de las relaciones sociales a la dimensión ética de la solidaridad. Ello supone una nueva consideración de la igualdad que supera las deficiencias de las medidas antidiscriminación para equiparar los de derechos de los grupos minoritarios. En el diálogo se refleja la medida de cohesión de una sociedad multicultural, y se manifiesta la necesidad de valoraciones y creencias comunes sobre los principios que inspiran la organización social para que éste sea posible. Con ello se fundamenta la posibilidad de una “sociedad inclusiva”, a la que aspira el proceso de integración europea. Como aplicación particular se establecen los condicionamientos y las exigencias de una educación para el diálogo, a fin de orientar las políticas públicas para construir una escuela intercultural, y se hace una referencia al conflicto intercultural en los contextos educativos. El libro se dirige a los profesionales vinculados a los centros educativos y al público interesado.