En el presente estudio planteamos la idea y el conocimiento que los europeos tuvieron sobre el Extremo Oriente, desde los orígenes de la Geografía y las primeras manifestaciones cartográficas, pasando por los desarrollos de la época helenística y el mundo romano, la percepción del entorno en las diversas etapas del orbe medieval (patrística, épocas de beatos, discarios y portulanos, además de las concepciones musulmanas), para culminar con los grandes hitos del siglo XV: las empresas portuguesas en África y el descubrimiento de América, que provocaron una completa reordenación mental del mundo imaginado y conocido. Los europeos de aquella época se vieron obligados a adecuar los esquemas mentales de sus planteamientos geográficos a la realidad revelada por los sucesivos descubrimientos, si bien de forma simultánea fue preciso vencer la inercia, fuertemente arraigada -como en el caso de Colón- durante los primeros años de los reconocimientos americanos, que llevaba a encajar la geografía recién desvelada sobre las viejas ideas preconcebidas, originándose así extraños eclecticismos -siendo bien representativo el ejemplo colombino- reflejados en la primera cartografía americana.