La sociedad actual exige a nuestro alumnado una adaptabilidad acorde con los requerimientos profesionales de un mundo en constante evolución. Con el objetivo de facilitar al profesorado estrategias que le ayuden a flexibilizar su acción docente, en función de las necesidades individuales de su alumnado, y contribuir a la aplicación práctica de la teoría de los Estilos de aprendizaje, es por lo que se planteo la investigación que se recoge en estas páginas. En la primera parte se realiza una revisión minuciosa de las implicaciones que tienen los conceptos de Estilo y rendimiento académico, en una etapa tan controvertida como el Bachillerato. En la segunda parte y, a partir del diagnóstico del perfil de aprendizaje del alumnado de esta Etapa, se facilita al profesor-tutor y al orientador estrategias para conocer los puntos fuertes y débiles de la forma de aprender de sus alumnos y propiciar en ellos un proceso de autorreflexión en el que, ellos mismos, establezcan qué aspectos de su forma de aprender deben potenciar o, en qué medida deben equilibrar su forma de aprender de acuerdo con los requerimientos de las distintas materias, profesores o situaciones de aprendizaje.