La Convención sobre los Derechos del Niño plantea un nuevo paradigma, se deben reconocer los derechos de los niños, niñas y adolescentes de forma efectiva. Dentro de este desarrollo se trata de hacer conciencia en la importancia de la escucha efectiva de las personas menores de edad en los procesos judiciales, debiendo prevalecer su interés superior. Fundamentalmente, nos enfocamos en los procesos filiatorios mediante los cuales se determina el derecho a conocer el origen y el derecho a la identidad. La tutela judicial efectiva se puede lograr tomando en consideración la opinión de los menores en los procesos; tal y como se encuentra establecido tanto en la Convención de los Derechos del Niño como en la Observación Número Doce de la Organización de las Naciones Unidas, que desarrolla este derecho. La relevancia del tema planteado, es evidenciar la praxis judicial costarricense en los procesos de filiación, destacando que con frecuencia se deja de lado el derecho de opinión de las personas menores de dieciocho años. Finalmente, se analiza la figura del abogado del niño como una garantía de sus derechos.