La educación es la base del desarrollo humano, permanecerá toda la vida en nuestra mente, nuestra alma, nuestro actuar y nuestro corazón; mediante ella actuaremos y nos desenvolveremos en la vida; es por ello que apoyar y fortalecer una educación inicial de calidad para los niños y niñas es primordial, tener la motivación y el espíritu de hacerlo es crucial; elegimos ser educadores para aportar, transformar la mirada, debemos ser agentes de cambio, creer en nosotros mismos, crecer, aportar, observar lo que hacemos y apoyarnos hacia un mundo nuevo y construir una nueva vida para todos. Escuchar y observar a los niños y niñas es vital; el juego libre, el proporcionar escenarios pedagógicos desafiantes y motivadores, ayudará a relevar la educación de calidad que ellos se merecen.