Las penas ambulatorias son aquellas que se cumplen fuera de las prisiones, en el seno de la sociedad. Ellas y su viabilidad motivan esta obra y gozan de amplio consenso en la doctrina jurídico-penal contemporánea, pues existen bienes jurídicos que pueden ser quitados al individuo sin necesidad de privarlo de su libertad ambulatoria, por los inconvenientes propios de la cárcel que se agravan con la superpoblación penal. La prisión debe quedar para los delitos más graves, porque desocializa al hombre y en muchos casos le amputa el porvenir. Sin embargo, la disyuntiva sigue siendo lograr que se cumplan los fines de la sanción penal y que no haya impunidad, para lo que es preciso perfeccionar el control sobre el cumplimiento de estas sanciones y de los beneficios de excarcelación. Por ello, en la presente obra también se aborda la manera en que se ejecutan en Cuba, desde la experiencia de los jueces encargados del control de su ejecución, el análisis de su apego a los principios generales del Derecho y el cumplimiento de las “Reglas de Tokio”, mediante las cuales Naciones Unidas establece estándares para uniformar y dignificar los procesos de ejecución de estas penas.