¿Quieres ser un hombre ejemplar?, ¿quieres ser una mujer valiosa? Acaso no tienes decencia, recuerda los sentimientos puros tan en serio hasta hacer conciencia de lo que significa ser íntegro. La diplomacia del espíritu es una conversación entre hombres de letras, para edificar al lector con exigua aptitud y extremado esfuerzo, hasta hacer de él un ser humano refinado, educado, culto, una persona valiosa, damas y caballeros con valores y principios, con sentimientos puros, con bondad y dulzura en el corazón. El ser humano que atesora su corazón adquiere valor moral, recto sentimiento del deber, no persigue recompensas ni le arredran desventuras; se compra lo que tiene precio lo que tiene valor se conquista. El hombre de recta conciencia acepta las responsabilidades de sus propias decisiones, porque sabe que solo el valor moral puede sostener los impendeos de la vida, por su arte o por su doctrina, por sus sueños o por sus ilusiones. Se cosecha lo que se siembra: el que siembra amor cosecha felicidad, el que siembra virtud cosecha honor. Actúa como un ser humano con valores, sea una persona íntegra, sea una persona llena de amor, esa denominación se lleva con distinción y con clase.