Este texto intenta inscribirse en las coordenadas culturales de la nueva época, leyendo de un modo empírico y casi en testimonio personal las profundas transformaciones antropológicas y sociales que desafían las formas tradicionales de organización social y política. De un estado de animo basado en la normatividad se pasa a una existencia que vive sin arraigos sistémicos y políticos este cambio de época. El libro no es una propuesta teórica o un intento afanoso por darle un programa a este despertar cultural, sino sólo intenta leer de modo muy apresurado las originales mutaciones culturales que se descifran en este ruptura epocal, para librarla de las propuestas totalitarias que aun desde sus ruinas teoricistas intentan gobernar a la vida que se muestra indómita y creativa de modo individual. Lee el agotamiento de una era modernista y se afianza en la construcción de una personalidad referenciada sobre sí misma.