Los cambios sociales y culturales dentro de los escenarios escolares, y nuevas prácticas sobre un nuevo modelo educativo en México, requieren de la reflexión sobre las necesidades de formación actualizada para los docentes de educación básica. El concepto disciplina es interpretado como negociación de reglas, límites, interacciones para la inclusión, sin embargo, el comportamiento del alumnado refleja la violencia de una sociedad violenta y familias disfuncionales. Los maestros se enfrentan a la pregunta ¿Cómo disciplinar sin violencia verbal, emocional, psicológica y hasta física? Niños que se identifican sin criterios objetivos de evaluación del comportamiento disruptivo son violentados de distintas formas por las autoridades escolares. La formación en nuevas formas de disciplina permitirá la inclusión y no el rechazo de estos niños en las aulas escolares. La familia es un factor importante en esta tarea.