Es una invitación a considerar el despertar de la vocación para unirnos en esta Cruzada llamada Desarrollo Humano, o mejor dicho: Promoción del Desarrollo de los Potenciales Humanos, ya que, si lo pensamos bien, cada quien tiene sus dones, sus talentos, habilidades, sus potenciales que, de ser desarrollados, nos convierten en una mejor versión de nosotros mismos y el impacto de esta auto-transformación no se queda únicamente a nivel personal, sino que se extiende como las ondas en el agua al impactar una piedra en ella, impactando en diferente grado a otras personas que nos rodean, que son parte de nuestro entorno o incluso, nuestros vecinos en este mundo pero que gracias a las “bondades de la globalización” pueden tener cierta relación con nosotros y nuestro quehacer por el mundo.