La urbanización es el paso de una sociedad rural a una urbana, e implica un aumento del número de personas en las zonas urbanas durante un año determinado. Etiopía es uno de los países menos urbanizados del mundo. Sólo el 18% de su población vive en centros urbanos (PCC, 2008). Sin embargo, dada la tasa de crecimiento demográfico anual total del 2,73%, la elevada tasa de emigración a las ciudades y el aumento del número de centros urbanos, la tasa de urbanización está aumentando a un ritmo del 4,4% (MoFED, 2006). Además, se espera que la población urbana del país crezca en promedio un 3,98% y para 2050; se prevé que alrededor del 42,1% de la población total esté habitada en centros urbanos (UN-HABITAT, 2007). El efecto adverso de la expansión urbana afecta más a las personas que viven en la franja rural urbana cuando aparece una condición en la que sus tierras de cultivo son tomadas y se disfrazan. Porque la tierra de cultivo y la habilidad de cultivo es el único recurso que tienen esos agricultores desplazados. Por lo tanto, es necesario tener mucho cuidado cuando los pueblos se desplazan de su tierra y tipo de vida original.