La mayor proporción del ecosistema mundial está compuesta por la población humana. Las actividades humanas en la era de la industrialización conducen al calentamiento global, la acumulación de gases de efecto invernadero y la iniciación del cambio climático. Esto lleva a un aumento del crecimiento de las arcas colónicas y endosimbióticas generando metano que acelera el calentamiento global que asume un ritmo propio. La dieta humana de la era moderna, con un bajo contenido en fibras alimentarias y un aumento de las grasas y las proteínas, también conduce al crecimiento de las arcas colónicas y endosimbióticas. Esto también puede conducir a una mayor producción de metano por parte de los seres humanos mediante el crecimiento de las arcas colónicas y endosimbióticas, iniciando el calentamiento global sin el efecto de la industrialización. El cambio climático puede ser inducido por el crecimiento de las arcas colónicas y endosimbióticas como consecuencia del cambio de comportamiento nutricional inducido por la baja ingesta de fibras.