El trabajador social en el centro hospitalario debe ser parte de un esfuerzo interdisciplinario para promover servicios de intervención de crisis, cuidados paliativos, plan de alta, evaluación de problemas psicosociales y emocionales. De la misma manera, el trabajador social colabora con el personal médico y aboga por los derechos de los pacientes. El razonamiento para esta participación y colaboración se basa en el reconocimiento de la complejidad de los problemas humanos, el nivel de conocimientos y destrezas de intervención que son necesarias para poder lograr resultados positivos. Como cualquier miembro del personal interdisciplinario, el trabajador social es responsable en cooperar con los esfuerzos y adelantos, y mantener el bienestar del hospital. El trabajador social demuestra, en el contexto de la orientación de intervención, la habilidad de hacer una diferencia, especialmente cuando los pacientes, aparte de tener problemas médicos o enfermedades terminales (SIDA, cáncer, etc.), también sufren de problemas emocionales y psicosociales.