El proceso hemostático es un mecanismo vital para los animales, ya que es el responsable de prevenir la pérdida de sangre reparando la lesión vascular que la provoca. Dentro de este proceso, la coagulación es una etapa clave porque permite la formación de un coágulo que detiene el sangrado. Esto se explica eficientemente por el modelo de cascada de coagulación, que consta de dos vías, intrínseca y extrínseca, que confluyen para formar el coágulo. Una de las enzimas claves en la coagulación es el factor Xa, ya que es el punto de convergencia de ambas vías y posee un rol amplificador para la posterior formación del coágulo. Debido a esto es considerado un blanco farmacológico importante e interesante para el desarrollo de nuevos fármacos. Mediante la aproximación computacional, se puede desarrolar el conocimiento teórico para su posterior contraste con variables reales. Estudios in silico, del tipo químico, dan a conocer propiedades farmacocinéticas preliminares sin la necesidad de manipularlos o probarlos en modelos in vitro.