En las últimas décadas hemos asistido a una explosión sin precedentes de grupos que, fruto de las tensiones del llamado proceso modernizador, establecen nuevos modos de socialización y participación, dando lugar a auténticas communitas en las que creencias y prácticas se construyen en oposición al modelo dominante, situándolas en muchos casos en los márgenes del sistema. Este libro aborda ciertas cuestiones fundamentales para el diseño de una investigación antropológica, además de recoger algunas pautas sobre la metodología en el ejercicio etnográfico. Del mismo modo, reflexiona sobre la construcción social del uso de psicoactivos y se acerca a uno de estos nuevos grupos de lo espiritual que entienden su consumo como parte fundamental de su ethos. La novedad del tema tratado aquí puede ser un buen punto de partida para estudiantes o investigadores de antropología o sociología de la religión interesados en nuevos movimientos relacionados con la New Age, así como para profesionales del ámbito de las drogas o cualquier otra persona interesada en él, pues ofrece un acercamiento a una realidad donde los psicoactivos juegan un papel central y su uso no se presenta estereotipadamente.