LA OMM predice que entre 2020 y 2023 hay un 10% de probabilidades que se produzca un aumento de temperatura global a 1,5º C. Esto significa que la meta de la ONU de no sobrepasar este umbral no será escuchada por el propio ritmo del calentamiento global en aceleración. Mientras para el 2030 se llegará a 450 ppm de CO2, si continuamos al mismo ritmo de contaminación, y como resultado a los fatídicos 2º C que activarán las retroalimentaciones positivas que ocasionarán el descongelamiento abrupto del permafrost continental ártico y luego de los clatratos submarinos, que ya acusan un proceso de descongelamiento activo. Al mismo tiempo habrán desaparecido los hielos flotantes del Polo Norte durante los veranos, junto con el efecto albedo y el océano Ártico se estará recalentando a 5º/7º C activando la liberación de los hidratos de gas metano del fondo. Entonces la temperatura global se disparará a ~4º/6º C y hasta 12º C en ambos polos, iniciándose el deshielo acelerado de Groenlandia y la Antártida, pudiendo subir los océanos hasta 60 metros en años y no en milenios, inundando todas las ciudades costeras y causando 600 millones de refugiados ambientales simultáneos.