La relación íntima entre crimen y economía demanda re-pensar lo que el sujeto es en la actualidad a partir de los modos de comportamiento que lo constituyen. De acuerdo con Foucault la economía permite por medio del castigo, el poder pastoral, la policía y el capital humano hacer un análisis del poder en tanto saber de los detalles, hábitos y desplazamientos del individuo y población en un espacio-territorio. Asimismo actúa como un proceso económico que promueve en el sujeto la culminación de la libertad, una atea, ajena a la moral y al derecho, pero que al mismo tiempo habita en las entrañas del Estado. En sendos casos la economía posibilita hacer un diagnóstico de los modos de subjetivación que configuran la ontología del presente del sujeto: homo oeconomicus-homo criminalis. Estas páginas pretenden hacer un recorrido por la soberanía, la economía política y la biopolítica para aproximarse al monstruoso umbral del presente.