¿Es el neoliberalismo fuente de desarrollo de nuestros pueblos o, por el contrario, son nuestro trabajo, la abundancia de nuestros recursos energéticos y materiales, y nuestra escasa propiedad de recursos tecnológicos las fuerzas que sostienen la globalización neoliberal? Si el lector está de acuerdo con el abastecimiento tecnológico mediante los canales del neoliberalismo, y además le reconforta nuestra modesta participación en los sistemas de innovación, este ensayo le resultará del todo inútil y por demás enfadoso. Evítelo por favor. Pero si en algo le ayuda en visibilizar el costo de dicha participación en el reflejo del malestar de nuestros pueblos, enhorabuena, este ensayo le animará a la reflexión y a la búsqueda de alternativas en función de lo que en verdad debiera interesarnos a todos como especie: el mayor aplazamiento posible de la muerte y la justa y suficiente distribución de recursos materiales y energéticos entre los cohabitantes de este planeta. Una pléyade de propuestas integra ya, desde América Latina, una forma particular de concebir, el desarrollo endógena y articuladamente para beneficio directo de sus actores. Sirva este esfuerzo para integrarla integrandose.