Todo proceso educativo es una relación dialéctica en el que siempre y en todo lugar los sujetos modifican su vínculo con el mundo, lo que conlleva realizar esta investigación como una apuesta de reflexión que nos permita seguir avanzando en la constitución de un pensamiento filosófico y pedagógico propio, que transforme nuestras realidades desde el quehacer educativo. De ahí la necesidad de mencionar la influencia que tiene la educación sobre la cotidianidad, ya que es el escenario en donde se refleja la influencia de la exterioridad, es decir, lo que se recibe de Otro y lo que se brinda. Por lo anterior, este trabajo sitúa la discusión en la importancia que tiene un proceso de educación comunitaria sobre esa delimitación del mundo que tienen los sujetos que le integran y las posibilidades de transformación que emergen en estos espacios.