El libro versa sobre la cultura y sus mediaciones complejas. En el texto, la actividad humana ocupa un lugar central. Los distintos ensayos que lo integran desarrollan las varias aristas en se concreta para integrar el corpus de la cultura. Aborda la cultura desde un enfoque ecosófico, y con ello, somete a crítica las visiones reduccionistas de que ha sido objeto. Muestra la necesidad de desarrollar una hermenéutica ecosófica que propicie el advenimiento y afirmación de una cultura con sentido cósmico, donde el hombre conciba la naturaleza, como parte de su cuerpo y de su espíritu. Una hermenéutica ecosófica, siguiendo el elan integrador, cultural y complejo que la caracteriza, puede aportar mucho a la interpretación transformadora de una moral, fundada en el bien común, la justicia, la libertad y la virtud del ser humano. La misión de la cultura ecosófica, por estar comprometida con el destino de nuestro planeta y de la vida que la habita, está en condiciones de mirar al mundo en relación con el hombre y la vida en general, desde un eco-humanismo raigal, capaz de propiciar la comunicación y la comprensión de los seres humanos sobre nuevas bases.