Las villas, favelas, poblaciones, que tanto se han expandido en la segunda mitad del siglo XX en Argentina y otros países latinoamericanos, no están en camino de desaparición como muchos aventuran a afirmar, sino que sus configuraciones territoriales, simbólicas y políticas se van modificando al ritmo de cambios económicos, globales y culturales de mayor alcance. En ellas crecen y se desarrollan cientos de niños/as y jóvenes, quienes son tratados en mass-media, literatura y políticas públicas, como los principales responsables del crecimiento de la violencia urbana. El presente trabajo, desde un abordaje antropológico y etnográfico, rompe con dichos prejuicios construidos largamente sobre los jóvenes que viven en villas de Argentina, indagando en la vida familiar y comunitaria de los mismos. A través de un análisis de la vida social, familiar y comunitaria de los jóvenes que habitan en Villa El Nailon de la ciudad de Córdoba se llega a comprender cómo las distintas formas de violencia aparecen en la vida de éstos no sólo en su aspecto negativo y destructor de vínculos, sino también como constructor de relaciones sociales y mundos culturales.