Es importante destacar que la mayoría de los escritos que conforman esta antología, corresponde a un proceso de reescritura que ha contribuido a su depuración en lo referente a aspectos gramaticales y ortográficos, sin embargo muchos de los textos, aun contienen faltas de ortografía y tachones, no siendo estos los aspectos más importante que primaron en su elaboración y considerados “normales” en la adquisición del código escrito y absolutamente susceptibles de superación a través del tiempo mediante la lectura literaria consciente y el trabajo mediado con la escritura. Así, en palabras de Vásquez (2006), los tachones, el error, no es lo que se debe suprimir, es la argamasa con la que construimos la relación maestro-alumno. Hablar de error, es tanto como decir oportunidad de crecimiento, de formación. Porque el oficio de escribir es un trabajo artesanal en donde intervienen nuestras vivencias, nuestra memoria, las marcas de crianza, la fantasía y nuestros fantasmas, esta antología contiene escritos de estudiantes surgidos de su necesidad de expresión y corresponde a una experiencia escritora cargada de humor, disparate y juego.