El café constituye uno de los más importantes cultivos de exportación del país. Su cultivo se extiende desde las selva alta de Puno y se extiende a lo largo de la cara oriental de los Andes hasta las tierras altas de San Martín y Amazonas. Más del 80% de la producción está en manos de pequeños y medianos productores que aplican la vía húmeda para el procesamiento primario del café o simplemente la obtención del grano la que al mismo tiempo genera un impacto negativo en el suelo donde es eliminada el agua residual así como los cursos de agua. La contaminación es causada por el agua residual del tratamiento primario del la baya del café, donde se extrae la pulpa de la baya. El alto contenido de materia orgánica del agua residual, expresada en DQO acidifica el medio y destruyendo la vegetación y vida a su paso. Diversas experiencias llevadas a cabo en zonas productoras de café y recientemente en la región cafetera de San Martín (Garaycochea, 2020) han demostrado que mediante el empleo de biochar o bioadsorbente obtenido de material vegetal de la zona es posible lograr una remoción significativa de material orgánico.