En los países desarrollados la industria utiliza entre la cuarta parte y un tercio del total de energía consumido en el país. El consumo energético de dicho sector se ha incrementado conforme ha ido aumentando el nivel y calidad de vida, lo que ha originado efectos negativos debido a la quema de combustibles fósiles para la producción de energía eléctrica y térmica. Asimismo, en un mundo cada vez más competitivo, es necesario abaratar los costes energéticos para aumentar la competitividad de la industria. Una auditoria energética ayuda a comprender mejor cómo se emplea la energía en una empresa y a controlar sus costos, identificando las áreas en las que se puede estar malgastando energía y aquellas en las que es posible introducir mejoras. Las propuestas expuestas a lo largo del proyecto son focos potenciales de ahorro energético y consecuentemente, económico. Se ha demostrado que existe una importante reducción de gastos en cortos periodos de retorno con medidas fácilmente ejecutables. En caso de ser aplicada alguna de las medidas, pueden comportar consigo una gran reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.