Hoy nos enfrentamos a una realidad que se comprende cada vez más desde lo virtual, en la que, por medio de los sistemas tecnológicos, se constituye el gran simulacro de la realidad virtualizada. Lo real está sumergido en el gran simulacro que desarrollan las nuevas tecnologías de la información, componiendo la imagen virtual del mundo contemporáneo. La pantalla, como mecanismo que atrapa lo real y lo virtualiza, se convierte en la forma más concreta de desaparición de lo real, donde toda representación posible queda confiscada por los medios tecnológicos. En efecto, hoy es posible afirmar que lo virtual es una forma de realidad, e incluso la forma totalizante a partir de la cual se comprenden las dinámicas de los diferentes sistemas (social, económico, político, informacional, educativo, militar). Lo real es suprimido por lo virtual. Sin embargo, en lo virtual subyace una forma aparente de lo real, que permite que la persona caiga en el embeleco de la red-digital de las telecomunicaciones.