Los compuestos (2H)-1,4-benzoxazin-3-(4H)-ona han atraído la atención de los investigadores en fitoquímica desde el primer aislamiento de 2,4-dihidroxi-2H-1,4-benzoxazin-3 (4H)-ona (DIBOA) y 2,4-dihidroxi-7-metoxi-(2H) -1,4-benzoxazin-3 (4H)-ona (DIMBOA). Numerosas investigaciones se han llevado a cabo en su aislamiento y síntesis, además de la dinámica de su degradación en diferentes sistemas. Esto ha llevado al descubrimiento de una gran variedad de compuestos, de gran interés desde el punto de vista de fitotóxicos, efectos antifúngicos, antimicrobianos, disuasorios de alimentación, entre otros. La posible aplicación de benzoxazinonas y sus derivados como clave para los modelos de herbicidas naturales es un tema de discusión actual. Además, la importancia de la degradación en el comportamiento ecológico de las plantas de producción benzoxazinone también está siendo analizado, y las propuestas sobre el papel de los productos de degradación química en los mecanismos de defensa se están planteando actualmente. La versatilidad del esqueleto benzoxazinoide a modificaciones química hacen de estas sustancia una fuente de posibles herbicidas inspirados en la química vegetal.