¿Qué profesor, con independencia de cuál sea su materia, no necesita que sus estudiantes lean en clases? El profesor de Historia, requiere de la lectura comentada para el análisis de los contenidos a tratar; el de Matemática porque entre otros elementos, en sus actividades, deben leerse problemas a solucionar; el de Física; el de Programación; en fin, todos requieren de la lectura, sin ella no pudieran desarrollar su docencia. Y entonces, ¿por qué no trabajar desde ella las palabras con dificultades ortográficas? No necesariamente mediante alguna regla, sino haciéndoles ver su correcta grafía, pidiéndoles que las copien en sus libretas con "conciencia" de los grafemas que las componen, pidiéndoles que las tengan en cuenta en las respuestas que ofrecen y propiciando luego una revisión con el compañero de mesa, o una auto revisión desde la pizarra, o mejor aún, desde el libro de texto y entonces este será más funcional, y contribuirán los profesores de esta forma a desarrollar lo que se está llamando "conciencia ortográfica".