La “casa de comunidad y clausura de mujeres” como se denominaba a si mismo el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla entregó ayudas de casamiento a sus criadas, a la usanza de un contrato de crianza y aprendizaje. Las dotes a doncellas que trabajaron en este hospital duraron más de dos siglos (1587-1811), satisfaciendo la demanda social de dotar a doncellas púberes pobres para tomar estado de casada. Este hospital ofrecía dotes, el aprendizaje de un oficio y un lugar donde vivir en reclusión de forma temporal en el área femenina del hospital. Las doncellas de dote permanecían el tiempo estipulado (tres años) y se marchaban, aunque algunas se quedaban en el hospital, en forma permanente para ser madres enfermeras. Aproximadamente, se entregaron 599 dotes a lo largo de 224 años, otorgados por el hospital y los distintos patronatos que lo eligieron como administrador de sus dotes. Estas mujeres anhelaban casarse, cumpliendo con todos los rituales al menos en Sevilla, aportando dotes simbólicas y un ajuar que reforzaran la idea de ser mujeres honestas aunque pobres y confiriendo a sus matrimonios un valor formal, social y legal intrínseco a diferencia de las uniones de hecho.