La necesidad impostergable de producir cambios significativos en la educación venezolana y mundial, hace indispensable que pensemos de otra manera, con una visión innovadora, pero también en la búsqueda dentro de las raíces de cada país o región la diversidad de pensamiento y cultura; para que, con la unión de la matemática tradicional y los saberes autóctonos de cada localidad se fortalezca la actitud positiva hacia la matemática. Estos cambios deben partir desde las raíces mismas de la formación de maestros y maestras en matemática con un nuevo enfoque humanista, con construcción a partir de los saberes originarios, en la búsqueda de hombres y mujeres más solidarios y participativos en la construcción de una nueva sociedad.